Tren Urbano de Puerto Rico: el metro que no llega a ninguna parte

El moderno tren en el que Puerto Rico gastó más de US$2.000 millones y que «no llega a ninguna parte» reportaje de BBC News Mundo

Redacción/ Escrito por Javier Martínez  | Visit [a] Crónica urbana en Facebook

El moderno tren en el que Puerto Rico gastó más de US$2.000 millones y que «no llega a ninguna parte» es un reportaje de BBC News Mundo de la autoría de Ronald Ávila-Claudio enviado especial del diario.

El periodista hace una crónica de sus visitas a varias estaciones del tren, luego cita en entrevista a Aiola Virella, directora editorial del periódico Metro y comienza a describir cuales eran las metas que debía alcanzar el transporte, los números provistos indican que es un sistema fallido que recoge una ínfima parte de lo que cuesta su mantenimiento. Realiza una historia a partir de los años sesenta hasta mediados de los años noventa del siglo pasado cuando el tren se comenzó a construir. Entrevista a Carlos Pesquera quien supervisó los trabajos y fue secretario de Transportación.

Entrevista a una joven que utiliza el transporte publico, aun con las ineficiencias o mal diseño del tren, mas adelante se comenta acerca de las deficiencias de las facilidades y habla acerca de la expansión propuesta. Para leer el reportaje toca la imagen aquí abajo o este enlace

Todo lo que dice este reportaje lo intuyo cierto pues hemos escrito de las deficiencias del tren por años ( mirar notas abajo), sin embargo tambien debemos notar algo interesante, es el «momento» en el que se publica esta nota, puede parecer una nota de encargo (estamos en el inicio de la campaña política) pues esta situación y deterioro del tren se ha comentando de hace 10 años, sin embargo coincide con la campana (politica) del gobierno de turno por tratar de convencer a la ciudadanía con eslogans de que estamos mejor que nunca y que las cosas se están haciendo, además coincide con la propuesta extensión del tren que parece intentar beneficiar a los negocios e inversionistas cercanos al Distrito T-Mobile del centro de convenciones.

El reportaje falla en pasar de entrevistar a la directora de transportación así como a la exgobernadora Sila María Calderón, algunos en redes reclaman que la Gobernadora no dio paso a la segunda fase y otros, hasta la misma dirigente lo a dicho que no había dinero y que encontró muchas irregularidades en todo el gobierno, sin embargo tambien hay que decir que Sila organizó el dinero para sus proyectos, como el de Arte Público y para las Comunidades Especiales de Puerto Rico, que en fin se puede leer como que no quiso continuar lo iniciado por la administración anterior, aun cuando las conversaciones para lograr el tren anteceden al gobernador Pedro Rosselló.

Sin embargo ya sea encargo o no, todo lo que se dice es correcto y podemos decir aún más, como la falta de baños, fuentes de agua, mantenimiento general y más educación para los usuarios, empezando con dejar saber que existe una aplicación para saber cuando los autobuses o transporte publico parten de la estacion del tren y de otras dependencias.

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Resumen de la situación del tren urbano

Puerto Rico que tiene una alta densidad de población y un grave problema de congestión vehicular, especialmente en la zona metropolitana de San Juan. Para aliviar esta situación, en 1996 se inició la construcción del Tren Urbano, un sistema de metro que se presentó como una solución moderna, rápida y ecológica para el transporte público.

Sin embargo, el Tren Urbano ha resultado ser un fracaso tanto técnico como financiero. El metro solo tiene 16 estaciones y recorre 11,6 kilómetros, una ruta corta y poco conveniente que no conecta con los principales centros de trabajo, comercio y ocio de la ciudad. Además, el Tren Urbano se vio afectado por problemas técnicos, financieros y administrativos que retrasaron su construcción y aumentaron su costo, que fue financiado mayormente con deuda pública que aún debe pagar Puerto Rico.

El resultado es que el Tren Urbano solo recibe un promedio de 6.000 pasajeros diarios, muy lejos de los 125.000 que se esperaban inicialmente. Muchos prefieren usar sus propios vehículos o el transporte público tradicional, como los autobuses o las guaguas. El bajo uso del metro se debe a varios factores, como la falta de integración con otros medios de transporte, la frecuencia de los trenes, el costo del pasaje y las pocas localizaciones a las que llega.

Todo esto hace que el Tren Urbano sea un servicio deficitario que requiere subsidios del gobierno para mantenerse en funcionamiento. Según un informe del Centro para una Nueva Economía (CNE), una organización independiente que analiza los asuntos económicos y sociales, el metro genera unos US$7 millones al año en ingresos por pasajeros, pero tiene unos gastos operativos de unos US$50 millones al año.

Ante esta situación, muchos se preguntan si el Tren Urbano tiene futuro o si fue una mala inversión que solo ha generado pérdidas y decepción. Algunos proponen ampliar la ruta del metro para llegar a más zonas y atraer a más usuarios. Otros sugieren mejorar las deficiencias, bajar el costo del viaje, mejorar las rutas de autobuses y ser más creativos en atraer a los ciudadanos a utilizar el sistema de transportación. Y otros plantean vender o privatizar el sistema para reducir el gasto público.

Sin embargo, ninguna de estas opciones parece fácil ni viable en el corto plazo. Ampliar la ruta requeriría una inversión millonaria que el país no tiene, sobre todo después de la crisis económica y social que ha sufrido por el huracán María, la pandemia del covid-19 y la quiebra fiscal. Mejorar el servicio y la seguridad implicaría un aumento del presupuesto operativo que tampoco se dispone. Y vender o privatizar el sistema sería una decisión política muy polémica que enfrentaría una fuerte oposición social.

Así, el Tren Urbano se ha convertido en un símbolo de la frustración y el desperdicio en Puerto Rico, un país que aspiraba a ser un modelo de desarrollo y progreso en el Caribe, pero que ahora se encuentra sumido en una profunda crisis. El metro que no llega a ninguna parte es una metáfora de la situación de la isla, que tampoco parece tener un rumbo claro ni una solución a la vista.

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Se pueden incluir imágenes de perfiles en Facebook, la red y otros medios. son utilizadas para ampliar la experiencia del lector. Javier Martínez  es artista multidisciplinario de Puerto Rico